La danza moderna surge como una reacción a las formas clásicas y, probablemente, como una necesidad de expresión más libre del movimiento. Su evolución desde finales del siglo XIX es muy variada, dejando a su paso un torbellino de distintos estilos y estéticas. En nuestra escuela se estudia el Modern Jazz, buscando un estilo similar al que se ha utilizado en muchos musicales, a lo largo de estas últimas décadas.